Participación en IFAC’14

Del 11 al 20 de agosto hemos participado en el festival IFAC ’14 (International Festival of Arts & Construction). El equipo de QATAY ha impartido, junto a algunos colaboradores que nos han apoyado en esta ocasión, un taller sobre mobiliario rural realizado a base de materiales naturales y reciclados.

El IFAC, que se realiza todos los años en un emplazamiento rural, pretende ser un espacio de reflexión y práctica entorno a lo rural y lo sostenible, desde la arquitectura, el arte, la construcción… Este verano, la tercera edición se ha desarrollado por segundo año consecutivo en Covarrubias, provincia de Burgos.

La idea inicial de QATAY era lograr un taller dinámico y participativo para crear un elemento útil para el pueblo. La elección del emplazamiento final vino dada por la intención de trabajar en el límite entre lo natural y lo construido, lo rural y lo urbano. ¿Qué identidad tiene un lugar así?

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La margen del río para albergar un objeto con usos distintos: sentarse, comer, tumbarse, descansar, tomar el sol…
De lo urbano, lo modular, lo reciclable…
De lo rural, lo orgánico, lo no planificado, lo natural…
Partir de algunas reglas, sin preconcebir la forma final, tener que pedir una lista de materiales sin saber el resultado final…

Imagen G

Pensamos la realización de este taller como una experiencia lúdica, en la que aprender y disfrutar a la vez.

Un juego con algunas reglas, con los participantes como los actores materiales de este mobiliario rural, por tanto protagonistas de esta experiencia y ejercicio constructivo común. Los tutores como el apoyo técnico y logístico al servicio de los participantes, de la obra y del pueblo.

Constructivamente, la concepción previa era la de un mobiliario de palés reciclados sobre soportes de tapial.

idea IFAC

 

DESARROLLO DEL TALLER

Como hemos mencionado, el objetivo docente del taller se centraba en el trabajo participativo y en equipo, por lo que había siempre un grado de libertad con en el que los participantes debían enfrentarse, dentro de lo que es posible en un taller de construcción y entorno a lo sostenible, que ha de ser concreto y de recursos limitados. Otros temas transversales que hemos querido introducir son la reivindicación de los materiales tradicionales (tierra, cal, madera, yeso…), la autoconstrucción, el paso no siempre obvio desde lo diseñado a lo construido y el trabajo respetuoso con el entorno (en el sentido de la integración físico-social-laboral de la arquitectura en el mismo).

Con estos temas de fondo, hemos tratado de hacer un taller ameno y participativo. Esperamos haberlo conseguido la mayor parte del transcurso de estos días.

El taller comenzó con una jornada de diseño participativo del mobiliario a construir para llegar al diseño final en base a algunas reglas:

-Diseño por equipos en base a soportes de tapial 40×50 cm y palés 80×120 cm
-Selección de un elemento por equipo (banco, tumbona, mesa, merendero, barra…) y su altura (alturas asiento, mesa y barra)
-Espacio por equipo de 2 palés de largo y 3 o 4 de ancho
-Trabajo con el resto de equipos para la conexión se su diseño con el del siguiente equipo de manera a completar el diseño final

Cinco equipos se encargaron de diseñar en base a estas reglas los diferentes elementos de mobiliario, cuyo diseño final tuvieron que modificar junto con el equipo siguiente para poder elaborar un mobiliario modular variable continuo. Un sexto equipo se encargó de buscar la integración con el lugar, proponiendo alternativas de emplazamiento al resto de participantes.

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Una vez elaborado el diseño colectivo definitivo se realizó el replanteo del mismo sobre el terreno en el lugar elegido. ¡Ya estábamos preparados para empezar a construir!

Los días siguientes fueron de trabajo constructivo intenso pero productivo. Comenzamos con los cimientos de hormigón de cal mientras trabajábamos el encofrado del sobre-cimiento y tras el primer día de obra ya habíamos acabado estas dos fases. Mientras se endurecía el hormigón, realizamos los trabajos de carpintería de las vigas de madera que irían de soporte a soporte, de tapial a tapial, sosteniendo los palés. Para ello se realizó una jornada de diseño del despiece de las vigas de madera, que se cortaron al día siguiente.

Cuadro

Cuando se hubo secado un poco el sobre-cimiento (no lo suficiente, pero no había tiempo), comenzamos a hacer los tapiales, una fase ardua pero emocionante, ya que iban apareciendo los frutos del trabajo previo y del diseño de los equipos. Primero se realizaron los ensayos del «chorizo» y de decantación para saber con que tierra contábamos. Nos encontramos con una tierra arcillosa que hubo que mezclar con arena. Una vez hecha la mezcla y puesto el encofrado, comenzó el apisonado de los soportes de tapial. Con el desencofrado de cada uno de estos soportes podíamos ver las vetas de tierra, el calicostrado, los colores cedidos por Ecoclay… Posteriormente se prepararon y terminaron las cabezas de los mismos con un trabadillo (mortero de cal con un poco de yeso) y vigas transversales de maderas embebidas en él; sobre cada una de estas vigas (del ancho de un palé) descansarían dos de las vigas longitudinales de perfil variable, que ya habían sido montadas y reforzadas en los días previos. Paralelamente se fueron cuajando los palés para rellenar los huecos entre sus tablas, de cara a conseguir una superficie continua en la que sentarse, comer, tumbarse… Una vez que las vigas longitudinales fueron montadas, empezamos con la tarea de colocación de toda la superficie de palés, hasta el resultado final que podemos ver en las fotografías.

 

EL TRABAJO EN EQUIPO

Más allá de las cuestiones técnicas y del resultado final, por muy contentos que estemos con el mismo, lo que nos gustaría recalcar de este taller es el inmejorable papel de los participantes. Para nosotros ha sido una experiencia clara de trabajo colectivo de éxito, en la que el entusiasmo de todos ha producido un círculo virtuoso de dinámicas positivas de trabajo grupal, lo que ha influido tanto en la fluidez y facilidad para impartir el taller como en el ritmo de avance. En esto tenemos que agradecer a los participantes su elevada asistencia, su paciencia y su esfuerzo más allá de lo que este tipo de encuentros exige habitualmente.

En QATAY, la participación como metodología de trabajo y la construcción colectiva (física o metafórica) de nuestro entorno, son dos de nuestros pilares básicos. Estamos orgullosos de haber podido poner en práctica estos valores con la suerte de contar con un contexto físico y humano como el que hemos tenido este año en Covarrubias.

 

EL RESULTADO

El resultado es el fruto de 9 días de trabajo (en los que hubo dos sesiones de diseño) y de la energía de alrededor de 30 participantes diarios. Creemos humildemente que el taller ha logrado los objetivos esperados en cuanto al trabajo con los participantes, desde el punto de vista de la creación colectiva a través de la participación y también desde el enfoque puramente técnico, de transmisión horizontal de conocimientos.

En cuanto al resultado físico concreto, pensamos que es un ejemplo válido, atractivo y útil de lo que se puede conseguir con pocos recursos. Un ejemplo también de una arquitectura hecha para las personas.

Aunque la última palabra la tienen los habitantes de Covarrubias…

¡Todo nuestro agradecimiento a Guille, a Miguel de Terram, a Rocío de Terrachidia y a Blanca de Ecoclay por su colaboración! ¡Y a todos los participantes por hacer este taller con nosotros!

¡Y nuestras felicitaciones para la organización del IFAC por su enorme trabajo y en concreto para Jaime, sin el cual nuestro taller no había sido posible!

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